Opinión #DavidFaitelson | 21-Junio-2024

 

Los cambios que no llegan

David Faitelson EN REFORMA

21 junio 2024

Hace ya algunas décadas, nos quejábamos vehementemente de que el futbol mexicano era manejado por un solo grupo.

Años después, se señalaba a un duopolio televisivo con el control. Hoy, finalmente, hay más participantes en la mesa de decisiones, hay más grupos, más dineros y el poder está, evidentemente, compartido.

Lo irónico es que lo que suponíamos que sería beneficioso, ha terminado siendo casi un "caos" y ha conducido a nuestro futbol a una de sus más profundas crisis de su historia.

Cualquier parecido con la realidad de lo que ha sucedido en terrenos políticos del país, créame, es mera coincidencia.

En el futbol mexicano de hoy, existe, indudablemente, una mayor apertura, democracia -por así llamarle- y quizá hasta transparencia, pero esa repartición de poderes nos ha conducido, también, a un escenario donde cada club defiende sus intereses y donde el beneficio común no existe.

¿Dónde se nota más? Simple: cuando la Selección mexicana, la que, se supone, aglutina a los mejores exponentes se reúne para jugar y tratar de mostrar un nivel competitivo.

Estoy seguro de que Juan Carlos Rodríguez -sea quien sea que lo haya impulsado al puesto de alto comisionado- tiene "buenas intenciones", pero su labor, hoy, en este, llamémosle "nuevo sistema político", radica en tratar de convencer a los propietarios, cada uno con una ideología diferente y cada uno dispuesto a defender sus intereses particulares por encima del común.

Rodríguez tiene que hacer un trabajo de "lobby político" para tratar de convencer a cada club de la necesidad que existe de echar a andar las reformas que propicien el renacimiento de nuestro futbol.

¿Qué hace el alto comisionado? Lo que puede, diría yo. Revivir un reglamento para obligar a los equipos a utilizar jugadores jóvenes, cuando el verdadero problema no está ahí. Es necesario hacerles entender a los clubes la importancia de trabajar mejor en el desarrollo del futbolista, desde su formación y hasta cuando ya esté listo para jugar en Primera División. De lo contrario, sucederá lo que justamente mostraban las gráficas presentadas ayer por Ivar Sisniega (presidente de la FMF) y por Mikel Arriola (presidente de la Liga MX): los jugadores debutan, sí, pero luego no tienen continuidad porque les falta talento.

Es, sin duda, una buena medida pedir o exigir más requisitos a los foráneos que son contratados, pero la cifra de no formados en México en cancha y en plantel debe disminuirse para que el jugador nativo encuentre la forma de jugar en su propia Liga.

Entiendo que la escasa presencia de mexicanos en las mejores Ligas es parte del mismo tema: la falta de cantidad y calidad en la producción de jugadores. Y, sin embargo, hay un tema en el que Rodríguez no se atreve a entrar: la regulación de ofertas por jugadores mexicanos entre clubes de Liga MX, es decir, por citar un ejemplo, Erik Sánchez, la "última joya" de la cantera del Pachuca, con francas posibilidades de jugar en Europa podría terminar siendo seducido por el dinero del América o de algún club de Monterrey.

La realidad es que los cambios que necesita y reclama con urgencia el futbol mexicano están lejos de llegar. Hemos ido del poder absoluto al poder dividido y hasta anárquico.

 
 
X: @DavidFaitelson_