Opinión #FranciscoJavierGonzález | 3-Julio-2025
La Copa que no tiene oro
Francisco Javier González EN REFORMA
03 julio 2025
La Selección Nacional tiene dos virtudes: no se arruga y gana los partidos que debe ganar.
La Copa Oro nunca ha sido la reunión de la crema y la nata del futbol fluido. Es tal la diferencia entre unos y otros, que la mayoría juega a que el rival no lo haga. Se parapeta, estorba, muerde, ensucia.
Reinaldo Rueda, el respetable técnico de la Selección hondureña puso algunas tachuelas en la víspera apuntando al arbitraje. Viejo lobo de mar pidió que el Espíritu Santo se apiadara del nazareno. Faltó solicitarles a las autoridades espirituales que también cuidara a los mexicanos de los puntapiés de los suyos.
Ya quedamos: cuesta trabajo encontrar oro en esta Copa, pese al metal que contiene en su nombre.
Reinaldo Rueda, el respetable técnico de la Selección hondureña puso algunas tachuelas en la víspera apuntando al arbitraje. Viejo lobo de mar pidió que el Espíritu Santo se apiadara del nazareno. Faltó solicitarles a las autoridades espirituales que también cuidara a los mexicanos de los puntapiés de los suyos.
Ya quedamos: cuesta trabajo encontrar oro en esta Copa, pese al metal que contiene en su nombre.
Honduras puso la mira en el más jovencito -y talentoso- futbolista del Tri. Ya a los 18 minutos, le habían dado dos patadas de bienvenida y un choque, de Maldonado que es un tractor, sobre la pequeña humanidad de Gilberto Mora.
A los 11', casi se prende fuego en la banca mexicana porque Ochoa le escondió un balón a Quioto. La reacción a la imprudente acción de Memo fue desproporcionada.
Pero miren ustedes, no es nada que no se pudiera esperar. Por la rivalidad de años, el oficio de los catrachos que han venido de menos a más en el torneo y porque México sabe responder también en ese terreno.
Lo mejor de todo fue la actuación de Mora. Por cumplir 17 años, no le tiene miedo a nada, incluyendo los puntapiés que le dedican de manera personalizada.
Se mueve entre líneas, el balón no solamente no le quema, sino que lo pide y maneja con criterio de adulto. Terminó siendo decisivo, por la gran jugada que hace antes de darle el pase a Raúl, anotador del tanto victorioso.
Javier Aguirre es igual o más valiente que Mora al decidir que inicie un partido contra un rival incómodo que suelta la pierna. Varios nuevos rostros se van haciendo de un sitio importante en el equipo, y eso es halagador.
A todos nos gustaría que los destellos de lucidez que tiene para combinar, realizar paredes y gambetear rivales fueran una constante. La esperanza es que eso termine ocurriendo conforme se acerque el Mundial.
Por lo pronto, la materia a la que se obligó la historia y el propio Aguirre es la de ganar la Copa Oro.
El domingo tendrá enfrente a Estados Unidos, que a empujones y todo, ha solventado el torneo mejor de lo que sus asuntos internos hacían pensar.
También ha tenido chispazos y ayer aprovechó cierta inocencia competitiva de Guatemala, que volvió al partido pese a perder tempranamente dos a cero. Si México tiene tarea por hacer, los primos del norte la tienen al doble.
Pero es un clásico, es el partido esperado que borrará todo lo anterior si no se gana. México tiene más oficio, una defensiva que se ha acomodado bien y con suerte, un ataque que mejorará su contundencia.
Ningún partido se gana antes de jugarlo. Es la hora del todo o nada en las sensaciones.
X: @FJG_TD
A los 11', casi se prende fuego en la banca mexicana porque Ochoa le escondió un balón a Quioto. La reacción a la imprudente acción de Memo fue desproporcionada.
Pero miren ustedes, no es nada que no se pudiera esperar. Por la rivalidad de años, el oficio de los catrachos que han venido de menos a más en el torneo y porque México sabe responder también en ese terreno.
Lo mejor de todo fue la actuación de Mora. Por cumplir 17 años, no le tiene miedo a nada, incluyendo los puntapiés que le dedican de manera personalizada.
Se mueve entre líneas, el balón no solamente no le quema, sino que lo pide y maneja con criterio de adulto. Terminó siendo decisivo, por la gran jugada que hace antes de darle el pase a Raúl, anotador del tanto victorioso.
Javier Aguirre es igual o más valiente que Mora al decidir que inicie un partido contra un rival incómodo que suelta la pierna. Varios nuevos rostros se van haciendo de un sitio importante en el equipo, y eso es halagador.
A todos nos gustaría que los destellos de lucidez que tiene para combinar, realizar paredes y gambetear rivales fueran una constante. La esperanza es que eso termine ocurriendo conforme se acerque el Mundial.
Por lo pronto, la materia a la que se obligó la historia y el propio Aguirre es la de ganar la Copa Oro.
El domingo tendrá enfrente a Estados Unidos, que a empujones y todo, ha solventado el torneo mejor de lo que sus asuntos internos hacían pensar.
También ha tenido chispazos y ayer aprovechó cierta inocencia competitiva de Guatemala, que volvió al partido pese a perder tempranamente dos a cero. Si México tiene tarea por hacer, los primos del norte la tienen al doble.
Pero es un clásico, es el partido esperado que borrará todo lo anterior si no se gana. México tiene más oficio, una defensiva que se ha acomodado bien y con suerte, un ataque que mejorará su contundencia.
Ningún partido se gana antes de jugarlo. Es la hora del todo o nada en las sensaciones.
X: @FJG_TD
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