Opinión #ArturoBrizio | 17-Junio-2025
Chicos malos S. A.
Arturo Brizio EN REFORMA
17 junio 2025
La tarde del lunes me apersoné frente al televisor, con objeto de mirar el encuentro del Mundial de Clubes, que enfrentaría al Benfica con Boca Juniors.
La pesadilla comenzó cuando traté, infructuosamente desde luego, de "bajar la aplicación", como se dice técnicamente, de la plataforma que transmite en exclusiva los partidos.
Responde al nombre de DAZN, ya lo cual suena altamente sospechoso, pudiendo llamarse FIFATV o algo similar.
Te juran que es gratis, pero al segundo paso, se despliegan en la pantalla las diversas formas de pago y las tarifas.
Responde al nombre de DAZN, ya lo cual suena altamente sospechoso, pudiendo llamarse FIFATV o algo similar.
Te juran que es gratis, pero al segundo paso, se despliegan en la pantalla las diversas formas de pago y las tarifas.
Mi interés realmente era que el juego entre lusitanos y argentinos sería arbitrado por el mexicano César Ramos Palazuelos, por lo que ni de loco pensé en gastar un centavo.
Tras darme por vencido, mi gentil consorte lo tomó como una afrenta personal y familiar, dedicando un buen rato de su valioso tiempo a resolver la incógnita.
Pues nada, que de manera mágica se desplegó ante mis ojos la ceremonia previa, en vivo y a todo color, además de, efectivamente, al gratín.
El partido fue, en cuanto a calidad, bastante mediano, yéndose en ventaja los Xeneizes para luego ser alcanzados por un sólido cuadro lisboeta.
Sin embargo, el desarrollo como tal de la contienda, me remitió a la niñez, cuando por primera vez vi a una caterva de delincuentes, disfrazados de futbolistas, en una cancha de futbol.
Corría el año de 1969 y se jugaba la Final de la Copa Interamericana. Fue la primera vez que se realizó y los rivales eran Toluca por Concacaf y Estudiantes de la Plata por Conmebol.
El primer juego, cuyo escenario fue la "Bombonera", fue ganado por los visitantes dos a uno. El de vuelta, de forma sorpresiva, lo ganaron los choriceros por idéntico marcador, obligando a un desempate.
El Estadio Centenario de Montevideo fue designado y ahí los platenses ganaron tres a cero en una verdadera carnicería.
El juez uruguayo Ramón Barreto permitió todo tipo de rudezas y colmilladas a los argentinos, que además contaban con grandes jugadores y, de esa manera, se alzaron con el trofeo.
Ahora pude ver, con tristeza, que el balompié argentino a nivel de clubes ha retrocedido casi 60 en el tiempo.
Boca se dedicó, con una tempranera ventaja, a cometer todo tipo de tropelías para ensuciar el partido.
Faltas a granel, protestas tumultuarias al árbitro del partido, provocaciones, fingimiento de lesiones, de faltas, pérdida constante de tiempo y en general, antideportivismo en grado sumo.
Desgraciadamente para el espectáculo, los portugueses se engancharon, contribuyendo a un show lamentable. Siento que el juez azteca equivocó la estrategia para el partido. Guardó demasiado tiempo las tarjetas y el desorden fue cundiendo. Finalmente, un par de expulsiones, bien decretadas y los goles claros del Benfica, para un empate que luce justo visto lo sucedido.
Ahora Boca enfrentará al Bayern Münich. Deberá mostrarse como un equipo de futbol y no como... Chicos Malos S. A.
X: @arturobrizioc
Tras darme por vencido, mi gentil consorte lo tomó como una afrenta personal y familiar, dedicando un buen rato de su valioso tiempo a resolver la incógnita.
Pues nada, que de manera mágica se desplegó ante mis ojos la ceremonia previa, en vivo y a todo color, además de, efectivamente, al gratín.
El partido fue, en cuanto a calidad, bastante mediano, yéndose en ventaja los Xeneizes para luego ser alcanzados por un sólido cuadro lisboeta.
Sin embargo, el desarrollo como tal de la contienda, me remitió a la niñez, cuando por primera vez vi a una caterva de delincuentes, disfrazados de futbolistas, en una cancha de futbol.
Corría el año de 1969 y se jugaba la Final de la Copa Interamericana. Fue la primera vez que se realizó y los rivales eran Toluca por Concacaf y Estudiantes de la Plata por Conmebol.
El primer juego, cuyo escenario fue la "Bombonera", fue ganado por los visitantes dos a uno. El de vuelta, de forma sorpresiva, lo ganaron los choriceros por idéntico marcador, obligando a un desempate.
El Estadio Centenario de Montevideo fue designado y ahí los platenses ganaron tres a cero en una verdadera carnicería.
El juez uruguayo Ramón Barreto permitió todo tipo de rudezas y colmilladas a los argentinos, que además contaban con grandes jugadores y, de esa manera, se alzaron con el trofeo.
Ahora pude ver, con tristeza, que el balompié argentino a nivel de clubes ha retrocedido casi 60 en el tiempo.
Boca se dedicó, con una tempranera ventaja, a cometer todo tipo de tropelías para ensuciar el partido.
Faltas a granel, protestas tumultuarias al árbitro del partido, provocaciones, fingimiento de lesiones, de faltas, pérdida constante de tiempo y en general, antideportivismo en grado sumo.
Desgraciadamente para el espectáculo, los portugueses se engancharon, contribuyendo a un show lamentable. Siento que el juez azteca equivocó la estrategia para el partido. Guardó demasiado tiempo las tarjetas y el desorden fue cundiendo. Finalmente, un par de expulsiones, bien decretadas y los goles claros del Benfica, para un empate que luce justo visto lo sucedido.
Ahora Boca enfrentará al Bayern Münich. Deberá mostrarse como un equipo de futbol y no como... Chicos Malos S. A.
X: @arturobrizioc
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