Opinión #FranciscoJavierGonzález | 29-Febrero-2024
Javier Aguirre: el viaje del héroe
Francisco Javier González EN REFORMA
29 febrero 2024
Se topó otra vez con la obligación del que piensan santo: tiene que repetir los milagros.
Si con el Mallorca sumó 50 puntos la temporada pasada y casi lo mete a puestos europeos, estar ahora apenas encimita de la zona de descenso faltando mucha campaña le invitaba a ofrecer ya el siguiente suceso sobrenatural.
Junto con su tropa calzó la mochila para cruzar la Reale Arena con 35 mil almas hambrientas en contra. Casi les cae en la cabeza un gigantesco árbol venenoso. Eso es un penal en contra.
Los torneos de copa sirven entre otras cosas para que juegue el arquero suplente y un eslovaco que podría cobrar por centímetro dado su 1.97 de estatura, puso las manos al fuego. Con una misteriosa lesión en la espalda que hace año y medio le impidió durante meses moverse y hasta dormir, se recuperó porque encontró un médico sabio en su patria y trabajó como loco para recuperarse. Enfrentar a Brais Méndez a once pasos de distancia espanta menos que volver del infierno.
Junto con su tropa calzó la mochila para cruzar la Reale Arena con 35 mil almas hambrientas en contra. Casi les cae en la cabeza un gigantesco árbol venenoso. Eso es un penal en contra.
Los torneos de copa sirven entre otras cosas para que juegue el arquero suplente y un eslovaco que podría cobrar por centímetro dado su 1.97 de estatura, puso las manos al fuego. Con una misteriosa lesión en la espalda que hace año y medio le impidió durante meses moverse y hasta dormir, se recuperó porque encontró un médico sabio en su patria y trabajó como loco para recuperarse. Enfrentar a Brais Méndez a once pasos de distancia espanta menos que volver del infierno.
Dominik Greif no solamente detuvo el penal. Estaba ensayando sin que nadie lo supiera.
Arrancando el segundo tiempo, Mallorca sacó rédito de una de las acciones mas intrascendentes que suele haber en un partido. Un largo saque de banda precedió a una serie de toques fulminantes para lograr la ventaja. Más adelante Oyarzabal, el héroe que vino desde la banca, logró el empate.
Se produjo un incendio brutal al inicio del tiempo extra que Samú Costa, uno de los tres centrales del equipo de rescate, salvó dos veces sobre la línea. El VAR revisó una posible mano con mas precisión que la policía a un sospechoso. No había nada.
Javier Aguirre capoteaba todo al filo de su zona técnica. Hizo gestos, tranquilizó a sus jugadores, les dijo que no había mano, les servía té de tila en los eternos minutos que duran los video réferis hablando entre sí.
Llegan los penalties. Seguro que al "Vasco" le debían algo. Tal vez por esa factura como jugador mundialista del 86 cuando Alemania marcó su vida al eliminar a México. O tal vez fue en otra ocasión que Javier tiró una botella al mar desde el naufragio de una derrota esperando que la marea le devolviera algo cualquier día.
Arrancando el segundo tiempo, Mallorca sacó rédito de una de las acciones mas intrascendentes que suele haber en un partido. Un largo saque de banda precedió a una serie de toques fulminantes para lograr la ventaja. Más adelante Oyarzabal, el héroe que vino desde la banca, logró el empate.
Se produjo un incendio brutal al inicio del tiempo extra que Samú Costa, uno de los tres centrales del equipo de rescate, salvó dos veces sobre la línea. El VAR revisó una posible mano con mas precisión que la policía a un sospechoso. No había nada.
Javier Aguirre capoteaba todo al filo de su zona técnica. Hizo gestos, tranquilizó a sus jugadores, les dijo que no había mano, les servía té de tila en los eternos minutos que duran los video réferis hablando entre sí.
Llegan los penalties. Seguro que al "Vasco" le debían algo. Tal vez por esa factura como jugador mundialista del 86 cuando Alemania marcó su vida al eliminar a México. O tal vez fue en otra ocasión que Javier tiró una botella al mar desde el naufragio de una derrota esperando que la marea le devolviera algo cualquier día.
Cuando sus jugadores fueron a la banca a preguntar por sus planes, lo encontraron con una sonrisa de papá de novia. A todo el que se le cruzaba le decía algo al oído. A diferencia del 86, ahora no existía el silencio ante la pregunta incómoda de quién se atreve. Todos querían tirar.
Oyarzabal, la figurota local, ganó dos volados. Uno para tirar en el arco más lejano a los 500 fans del visitante y otro para disparar primero. Tomó el balón y falló ante Greif, aguafiestas otra vez. Lo tiró de brinquito, como no nos gusta a los clásicos. Lo sigue pagando.
Muriqui, el gigante pirata kosovar que podría haber cuidado la puerta del antro donde bailaba Travolta, anotó el suyo. Igual que todos los tiradores del Mallorca. El último fue Darder, otro personaje digno de Valle de Lágrimas.
En este vestidor tenemos mas descensos que títulos. No éramos favoritos ni lo seremos. No ensayamos penales. No pensábamos en ese escenario.
Palabras de un Aguirre agotado en la conferencia y que jugará con el Mallorca la Final de la Copa del Rey con la puerta de Europa a la mano.
Sí, fue otro milagro. Seguirán pensando que es santo.
X: @FJG_TD
Oyarzabal, la figurota local, ganó dos volados. Uno para tirar en el arco más lejano a los 500 fans del visitante y otro para disparar primero. Tomó el balón y falló ante Greif, aguafiestas otra vez. Lo tiró de brinquito, como no nos gusta a los clásicos. Lo sigue pagando.
Muriqui, el gigante pirata kosovar que podría haber cuidado la puerta del antro donde bailaba Travolta, anotó el suyo. Igual que todos los tiradores del Mallorca. El último fue Darder, otro personaje digno de Valle de Lágrimas.
En este vestidor tenemos mas descensos que títulos. No éramos favoritos ni lo seremos. No ensayamos penales. No pensábamos en ese escenario.
Palabras de un Aguirre agotado en la conferencia y que jugará con el Mallorca la Final de la Copa del Rey con la puerta de Europa a la mano.
Sí, fue otro milagro. Seguirán pensando que es santo.
X: @FJG_TD
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